Vale la pena vivir.

Qué escribir cuando se tiene mono de escribir pero no se sabe qué tema tratar? Escribir de mí mismo? No, no creo que tenga ningún interés. Escribir de otros?Depende de quién sean los otros. Escribir de la muerte? Para qué, si no la conocemos. Escribir de la vida? Para qué, si se acaba. Escribir de política? Sí, pero de qué, hoy me encuentro tan vacío en mis pensamientos, no sé qué escribir. Escribir de psiquiatría? Para qué, si se sabe muy poco. Escribir de España? Para qué, si le quedan dos días de existencia. Escribir de mi región, Aragón? Para qué, si también le quedan dos días, sobre todo a mi provincia, Teruel, que también existe, sí, que sí, que existe, pero sólo de momento. Escribir de Suecia? Para qué, si anhelo dejarla cuanto antes. Escribir de mi familia? Podría hacerlo, porque es una familia maravillosa, mi mujer, mis hijos, son maravillosos, es lo mejor que tengo, es por lo único que merece la pena vivir. Bueno, no voy a ser tan fatalista, también hay otros motivos por los que vale la pena vivir, pero ahora no me acuerdo de ellos, la verdad. No, no estoy deprimido, aunque sea domingo, los domingos suelen deprimirme, todos los domingos de mi vida han supuesto despedidas, despedida de mis padres cuando me tenía que ir de mi pueblo a Teruel a estudiar, estaba interno en un colegio, despedida de mis padres cuando me tenía que ir de mi pueblo a Pamplona para estudiar en la universidad, despedida de la que entonces era mi novia y ahora mi mujer cuando me tenía que ir a trabajar a tierras lejanas, despedida del fín de semana cuando el maldito lunes hay que trabajar en un idioma extraño, que por muchos años que llevo vividos aquí en tierras nórdicas, ya más de cinco, el sueco sigue siendo una lengua extraña para mí, despedida de tantas y tantas cosas. Me gustan los viernes y los sábados, pero no los domingos. En fín, no les aburro más, que ya lo he hecho bastante.
Menos mal que juega el Real Madrid y que lo echan por la tele y que lo puedo ver desde Suecia. Vale la pena vivir, sí, vale la pena, aunque hoy sea domingo.
Con un whisky en la mano, desde la hoy no tan fría Suecia.